Al otro lado te esperan, pero aquí nos dejas sin fuerzas para levantar la mano y decirte hasta siempre.

Preparada está ya tú mochila, sin olvidar esa naríz de payaso, que a tantas niñas y niños del mundo hizo sonreír.

Nos quedó pendiente afinar las guitarras, para volver a repasar nuestros éxitos de los ochenta.

No puedes ni imaginar, a cuánta gente hiciste felíz.Has sido el imán potente que nos ha mantenido unidas durante los casi últimos cuarenta años.

Me quedo con la Raquel que, aún no sé cómo, aprobó el mitjá a pesar de su «Tinc mied»,  con quien me hizo ver lo capulla que era al llorar por mi primer suspenso, en aquel autobús de Cheste que nos dió para mucho,…
esas cartas de miércoles para Marian.

Mira que pasamos tiempo esperándote en el portal de tu casa, así que era fácil perdonarme el día que te dejé hablando sola por el telefonillo.

Gracias por descubrirme a Ismael Serrano y a Pau Alabajos.
Gracias por hacer que Esti y Sergi se conocieran.

Te escribo sin que mi cabeza se crea lo que mi corazón llora.

Algo se muere en el alma cuando una amiga se va.

No nos dijiste el destino de este último viaje, pero te imagino feliz, caminando con tu mochila y la nariz roja en el bolsillo o desayunando en camisón en un balcón con vistas espectaculares.

Nos engañaste a todas con tu aspecto frágil, tus deditos de muñeca y tú café con leche muy muy caliente.
Quién te habría imaginado de intrépida escaladora o de ruta en solitario por Vietnam o Irlanda.
Has repartido tú esencia por todo el mundo: Yecla, Machu Pichu, la sabana africana o el Poyo del Cid, que nos quedó pendiente, pero hay un lugar especial, en Honduras, donde siempre recordarán una sonrisa imposible de borrar.

En cada cumpleaños seguirán sonando «Las mañanitas del Rey David» aunque ya no estés aquí.

Espero que mis monicadas te hicieran olvidar por un momento tu sufrimiento, me quedo con tu sonrisa y con tu «Estás muy mal» de la última vez.

Dejas un hueco en tu familia y en muchos grupos de amigos, tantos, que aún conseguirás que nos sorprendamos más de ver cuánta gente te queríamos.

Seguirás estando presente en nuestros findes de chicas, aunque nos tendremos que acostumbrar a tu ausencia.

No sé si os pondrán cervecitas allí donde vas, pero seguro que contigo una buena fiesta podrán montar.

Querida Rakeli, ya te echamos de menos❣️❣️.